lunes, 27 de septiembre de 2010

Película: El Baile de la Victoria.

El baile poco victorioso de Trueba
Por Florencia García Martelli
El cineasta español, Fernando Trueba, vuelve al cine luego de su ausencia por seis años. Pero ¿su vuelta valió la pena? El conocido director volvió de la mano de El baile de la Victoria, una película basada en  la novela de Antonio Skármeta. La historia se basa en Chile, donde con la llegada de la democracia el presidente chileno decreta una amnistía general para todos los presos sin delitos de sangre. Ángel Santiago (Abel Ayala) sale en libertad de la cárcel y se encuentra con la joven Victoria (Miranda Bodenhöfer), una chica huérfana y bailarina, de quien se enamora. Al mismo tiempo,  Ángel planea un gran robo junto a Nicolás Vergara Grey (Ricardo Darín), un famoso ladrón de cajas fuertes, que fue liberado el mismo día que él de la penitenciaria. Sin embargo, el principal objetivo de Nicolás al salir de la cárcel no es volver a cometer delitos, sino recuperar a su esposa y su hijo.
La película se torna pesada. No se sabe bien si se trata sobre la vida de Nicolás o sobre la historia del jovencito Ángel , perdidamente enamorado de Victoria, donde su sobre actuación logra fastidiar al espectador.
Por supuesto la actuación de Ricardo Darín es excelente, pero lamentablemente queda en un recuerdo, ya que su papel pasa a un lugar secundario. La gran revelación aquí es Victoria (Miranda Bodenhöfer). Una joven que perdió su voz luego de que asesinaran a sus padres durante la dictadura de Pinochet, y que logra expresarse a través de la danza. Una actuación impecable, muy creíble. Definitivamente  lo único verosímil de toda la película.
En la película falla uno de los elementos más importante: el guión. Un libreto que fue firmado por Trueba, su hijo Jonas y el propio autor de la novela Antonio Skármeta. Un guión que no logra expresar mucho y que le falta profesionalismo, sobre todo en la mitad en adelante del film, dónde Darín deja sorpresivamente de luchar por recuperar a su esposa y su hijo, los cuales quedan en el recuerdo de esta historia.  
Lo que si se logra destacar de la película es la fotografía a cargo de Julián Ledesma. Un trabajo impecable, genial.
El baile de la Victoria iba a ser candidata a los premios Òscar para la mejor película de habla no inglesa, pero finalmente no fue seleccionada. Una verdadera lástima, ya que era una película que tenía muchas cosas a favor para que resulte interesante, pero el director  no lo supo aprovechar.

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