sábado, 22 de junio de 2013

Alerta por obesidad infantil


La obesidad es una de las enfermedades que trae más problemas a lo largo del ciclo de la vida, tanto en lo alimenticio como en lo psicológico. Lo más preocupante es cuando sea hace presente en un niño, ya que tanto su crecimiento como el desarrollo de su personalidad se ven afectados por esta enfermedad.
Muchos expertos definen a la obesidad infantil como la nueva epidemia del siglo XXI, teniendo en cuenta que es uno de los principales problemas de salud por los que atraviesan los niños, y también sus padres.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) alertó que el número de niños con sobre peso aumenta en todo el mundo cada vez más rápido, y si bien no hay una edad fija donde la obesidad comienza a desarrollarse, en el 50 por ciento de los casos es antes de los dos años, y el mayor crecimiento se da en la pubertad.
CAUSAS
La obesidad puede llegar a los niños en distintas edades, pero según los diferentes estudios los malos hábitos a partir de la lactancia materna, como alimentar al niño cada vez que llora, teniendo en cuenta que se puede deber a otros factores, genera sobrepeso a muy temprana edad.
Hay varias razones por las que un niño sufre de obesidad, en algunos casos los rasgos físicos son heredados, pero en la mayoría de los pacientes, se debe al sedentarismo que aumenta y se hace presente en los hogares del siglo XXI.
En la actualidad, la tecnología es una de las principales causantes de que haya tal cantidad niños obesos. La televisión, la computadora y los juegos electrónicos llevan a los chicos a pasar horas y horas frente a estos artefactos modernos. Lamentablemente, el ocio sedentario es cada vez más “divertido” para las familias, logrando que el chico copie lo que hacen sus padres, tanto en la falta de la actividad física como en el tipo de comidas que se eligen.
Pero hay que resaltar que las cusas por las que un niño se convierta en obeso, varían de acuerdo a cada familia, cada hogar y cada contexto en el que el infante se desarrolle.
CONSECUENCIAS
Piscología. El psicoanálisis es una de las corrientes encargadas de basar los orígenes de la obesidad en las primeras relaciones madre-hijo, centralizadas especialmente en torno a la alimentación y viéndose afectado el posterior desarrollo evolutivo del niño y consecuentemente su personalidad.
En general, las personas afectadas de obesidad no son bien recibidas por parte de la sociedad, y las grandes complicaciones aparecen en la niñez, ya que un chico es probable que elija a sus compañeros de juegos basándose en sus características físicas, y eso lleva a la burla constante del llamado “gordito” de la clase, derivando en a varias situaciones de  bullying (acoso escolar) por parte de los estudiantes y produciendo graves trastornos en la personalidad.
Se ha comprobado que los niños obesos tienen una mala imagen de sí mismos y consideran ser inferiores a los demás debido al rechazo que reciben. La discriminación desencadena en ellos con actitudes antisociales, que conducen al aislamiento, depresión e inactividad, produciendo un aumento en la ingestión de alimentos, lo que logra agravar su situación cada vez más. La Licenciada en psicología Agustina Almejún opina que en las escuelas se “debería implementar actividades recreativas de convivencia, dando espacios para todos los chicos puedan estar con otros que no sean sólo sus amigos, pero esto debería surgir por parte de las autoridades de las escuelas, no de un niño “.
Actualmente la sociedad impone cánones de belleza que muchas veces son imposibles de alcanzar, en los cuales las personas deben ser delgadas y todo aquel que no encaje en este modelo seguramente se sentirá afectado por ello. Sobre todo en el caso de los niños o adolescentes, ya que es probable que su entorno y compañeros se lo recuerden constantemente con la burla. El niño va formando su personalidad en base a lo que ve en la sociedad, y si ésta lo condena a ser un objeto de burla, él se va acostumbrar a ese trato al punto de auto discriminarse.
“El apoyo psicológico en niños obesos es sumamente importante, pero no sólo con los nenes, sino con los padres, que van a ser los transmisores de los  hábitos de enseñanzas para sus hijos. En muchos casos (o la mayoría) hay niños obesos, porque se encuentran en un ambiente obesogénico: padres sedentarios y obesos, comida de alta densidad energética en la casa, etc. Por eso el tratamiento psicológico muchas veces se centra en los padres.”,  comenta Florencia Giménez, estudiante de último año de la carrera de Licenciatura en Nutrición.
Rendimiento escolar. La obesidad infantil es un factor muy importante durante la etapa primaría del niño. Además de crear un problema de personalidad y salud, el sobre peso determina en muchos casos el rendimiento y la aceptación escolar.
La Licenciada Almejún  subraya que el ausentismo en las escuelas y su rendimiento por parte de los niños obesos se pueden deber a que ellos consideran al colegio como un ambiente donde  son discriminados y por ende, no se sienten a gusto.
Si bien estos factores pueden incidir en el presentismo del alumno con problema de peso, según Cristina García, directora de la EES N° 5 de la ciudad de Miramar, el rendimiento escolar del niño obeso no disminuye, sino que aumenta: “Los niños o jóvenes con problemas de peso son muy buenos alumnos, ya que la dificultad para relacionarse con los demás hace que se encierren y refugie en el estudio. Tratan de lograr la aceptación de sus compañeros siendo un buen alumno y ayudándolos con sus tareas.” Y  luego agrega que gracias a que sus compañeros le marcan los kilos de más constantemente, el niño obeso hace grandes esfuerzos para poder ingresar al grupo, hasta llegar al punto de transformarse en el bufón de la clase o prácticamente servirle al “líder” del grupo.
La aceptación de un niño con características físicas diferentes lamentablemente siempre fue motivo para la burla, discriminación o exclusión por parte de sus compañeros, causando que cada vez haya más bullying en los colegios y fuera de ellos.
“Desde la escuela, se trabaja conjuntamente con el gabinete psicopedagógico para implementar distintas estrategias para fomentar la no discriminación, incorporando lecturas acordes, trabajos grupales para favorecer la integración del niño obeso y tomando conciencia que la obesidad no es una pavada, sino una enfermedad”, explica la docente miramarense.
Salud. La obesidad a temprana edad no sólo produce un rechazo por parte de los niños en cuanto a lo “estético”, sino que las consecuencias del sobre peso son mucho más graves.  Esta enfermedad, provoca que los infantes se enfrenten a problemas de salud que suelen tener los adultos, como por ejemplo:
-                      Resistencia a la insulina. La insulina es una hormona que segrega el páncreas, y permite que la glucosa entre en las células para luego ser utilizada como fuente de energía. Pero cuando la insulina no puede entrar, la glucosa se queda en la sangre y produce la diabetes.
-          Diabetes tipo II. El cuerpo si produce insulina, pero  o no produce la suficiente o no puede aprovechar lo que se produce.
-          Síndrome metabólico.  Es un conjunto de síntomas  (obesidad abdominal, hipertensión y colesterol, entre otros) que aumentan los riegos de contraer enfermedades del corazón en niños obesos.
-          Enfermedades cardiovasculares: Sobre todo cardiopatía y accidente cerebro vascular.
-          Trastornos en el aparato locomotor. En especial la osteoartritis, una enfermedad degenerativa de las articulaciones.
-          Cáncer.  Una persona obesa tiene más posibilidades de tener cáncer en el endometrio, las mamas y el colon.
Hay varias soluciones para terminar con la obesidad en un niño, pero lo más importante es que hay que ser consciente de que es un tratamiento a largo plazo y no algo en cuestión de días.
Principalmente, hay que realizar un cambio en la alimentación del niño. Desde pequeños enseñarles y acostumbrarlos a comer diferentes comidas. Los padres deben asumir la responsabilidad del tratamiento y facilitarles el esfuerzo a sus hijos, ya que los adultos son la mayor influencia para el niño. 
Según  la Licenciada Almejún, desde el punto de vista familiar, deben abordarse el tratamiento de nutricionistas y psicólogos, para explicarle al niño la importancia de una buena alimentación y darle lugar a una terapia familiar, para lograr “correr” al nene obeso de ese lugar.
Una forma efectiva de combatir la obesidad es empezar con los cuidados alimenticios desde pequeños, para así incorporar la comida sana como un hábito más de la vida cotidiana. Según nutricionistas, lo adecuado no es prohibir ni retirar alimentos, sino que hay que disminuir la frecuencia, ya que de lo contrario sólo se obtendrá un rechazo por parte del niño.





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