sábado, 22 de junio de 2013

Hundimiento del ARA General Belgrano : 30 años después

A las cuatro y un minuto de la tarde del domingo 2 de mayo de 1982, a un mes de iniciado el conflicto bélico por las Islas Malvinas, el buque de la armada argentina General Belgrano fue hundido mediante el bombardeo del submarino nuclear británico Conqueror.  Una hora después, con daños de alta magnitud, el buque se hundió en las aguas del Atlántico Sur, dejando como consecuencia 323 muertos de los 1.093 tripulantes que llevaba el barco.  
Sin embargo,  el dato que mas revuelo causó de este lamentable hecho fue que “el Belgrano” navegaba fuera del área de exclusión de 200 millas en torno a las Malvinas fijada por Londres, y en dirección hacia la costa continental argentina.
Hoy, al recordar en este mes los 30 años que pasaron del hundimiento del ARA General Belgrano, el dolor y la conmoción de las familias de las víctimas y de los sobrevivientes siguen intactos.  Por esa razón,  Revista Mirala dialogó con uno de los sobrevivientes del trágico episodio, Marcelo Romano.
Marcelo formó parte de la Armada Argentina desde el año 1971 y en 1982, mientras estaba capacitándose en los sistemas informáticos de los nuevos buques, fue convocado para integrar la tripulación del crucero ARA Gral Belgrano.
“Previo al ataque británico, el personal del buque se encontraba en situación de combate, ya que la noche anterior al hundimiento, estuvimos a punto de iniciar una aproximación desde el sur, pero se suspendió por razones meteorológicas en el norte de las Islas Malvinas “, cuenta Marcelo. Y agrega: “Yo me encontraba descansando y escuché una tremenda explosión”. En ese momento, el Belgrano fue interceptado por uno de los dos torpedos británicos, causando la explosión en la proa y casi en el centro del barco. Luego de aproximadamente 20 minutos, el comandante del barco, Héctor Bonzo, dio la orden de abandonar el buque  y cerca de las cinco de la tarde, “el Belgrano” se hundió lentamente con nueve mil toneladas de agua a bordo.
Sin embargo, Marcelo relata que la supervivencia en el mar, durante casi 48 horas, luego de abandonar el barco fue lo peor. “Una vez que el buque se hundió, salimos en balsas y el mar tenía olas de entre seis y siete metros, y eso sumado al intenso frio que terminó siendo lo peor para los soldados. En particular, el frio fue el peor enemigo”
Luego de la guerra de Malvinas los jóvenes y adultos sobrevivientes, en muchos casos, se vieron afectados psicológicamente luego de haber vivido en carne propia la guerra más impactante y dolorosa para la  República Argentina. En el caso de Marcelo Romano, en ningún momento ninguna institución instrumento algún tipo de contención para los sobrevivientes del ARA  Gral Belgrano: “Mi recuperación fue por mi mismo, y mucho tuvo que ver mi esposa y mi familia. La ayuda para superar el gran stress post traumático la busque yo sólo, luego de varios años de ocurrido el hundimiento”.
En la actualidad, siguen existiendo debates y opiniones encontradas respecto a que el crucero se encontraba fuera de la zona de exclusión que había impuesto Inglaterra.  Marcelo opina que estaban en guerra y que fijar en un límite tan taxativo  no tiene sentido en esa situación. “Nosotros estábamos fuera, pero muy cerca”.
Sin embargo, agrega que si para Inglaterra hundir el Belgrano era una cuestión estratégica, no lo cuestiona, ya que “nosotros en una situación similar hubiéramos hecho lo mismo “.
Para todos los Argentinos, tanto los combatientes que murieron en guerra como los que sobrevivieron, son los principales héroes que tiene el país. “Siempre fuimos muy bien considerados por toda la sociedad argentina, y hoy también seguimos siendo motivo de respeto y admiración por gente de cualquier edad, aún por los jóvenes” comenta Marcelo y afirma que el Belgrano quizás sea un caso muy conmovedor para la sociedad en general. Sin embargo, también asegura que lamentablemente demoró mucho el reconocimiento de los soldados por parte del estado.
Luego de la guerra con Inglaterra en las Islas Malvinas, Marcelo optó por continuar en la Armada Argentina hasta el 2006 en el que se retiró como Capitán de navío.
Malvinas significa una herida abierta para muchos, tanto para los soldados que se enfrentaron al horror cara a cara como para quienes tuvieron que verlo desde afuera y sufrir por personas que estaban sacrificando sus propias vidas por defender  a nuestra Argentina. “Malvinas significó y significa aún hoy, un gran cambio de enfoque respecto de las prioridades que se tienen en la vida” concluyó Marcelo Romano, sobreviviente del ARA General Belgrano.




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